sábado, 21 de mayo de 2022

EXTINCION DEL ANTROPOCENO

 ¿Estamos destinados a una extinción catastrófica?

    Los humanos siempre hemos moldeado aspectos de nuestro entorno, desde el fuego hasta la agricultura, pero nuestra influencia en la Tierra ha alcanzado un nivel tal que ahora define el tiempo geológico actual. Desde la contaminación del aire en la atmósfera superior hasta fragmentos de plástico en el fondo del océano, donde hoy es casi imposible encontrar un lugar en nuestro planeta que la humanidad no haya tocado de alguna manera.

    Utilice el "World3” simulando variables en la interrelación de sistemas tales como la población mundial, el crecimiento industrial, la producción de alimentos y los límites en los ecosistemas de la Tierra, como una moneda con dos caras al ser arrojada, obtuve un escenario optimista y otro pesimista. Me quedo con el escenario optimista, más allá de que el World 3 no tiene entre sus variables, la “tozudez humana”

    Pero de este ejercicio algo me quedo claro; por supuesto, “la Tierra puede sobrevivir y lo haría con o sin nosotros”. Incluso lo haría mejor sin nosotros.

    Sin nosotros, la vida continuaría y las marcas que dejamos en el planeta se desvanecerían antes de lo que creerías. Nuestras ciudades se derrumbarían, los campos crecerían y los puentes se caerían. En poco tiempo, todo lo que quedaría de la humanidad sería una fina capa de plástico, isótopos radiactivos y huesos más de pollo que de homo sapiens (matamos 60.000 millones de pollos por año) en el registro fósil.

                   
             Desaparecida la humanidad, las plantas repoblarían las calles de las ciudades en pocos años - Life after people

    En 2010, el eminente virólogo australiano Frank Fenner dijo que desapareceremos probablemente en el próximo siglo, debido a la sobrepoblación, la destrucción del medio ambiente y al cambio climático. Y algunos científicos creen que ya hemos pasado puntos de inflexión cruciales, particularmente en las regiones polares, que acelerarán el cambio climático incluso si no volviéramos a emitir otra molécula de CO2. 

    Los seres humanos que viven hoy en día son testigos del comienzo de la primera extinción masiva en 65 millones de años. ¿Qué significa la pérdida de biodiversidad para nosotros y el medio ambiente? 

Significa:

Pérdida de seguridad alimentaria

Pérdida de fertilidad del suelo

Escasez de agua y desastres naturales

Pérdida de resiliencia y más pandemias

Una pérdida fundamental del patrimonio, la cultura y lo intangible

"Recordemos  que cualquier especie es producto de millones de años de evolución. Estamos ante la pérdida de lo que hace que la humanidad forme parte del planeta. Estamos viendo lo que nos hace completos"

Más allá de que en la Cop26 EEUU patea la pelota al 2050, China al 2060 e India 2070, todos desconociendo que La Tierra no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos. Los Homo Sapiens Tozudens, estamos a tiempo de frenar la crisis ambiental global, con la ONU y la OMS trabajando en forma conjunta implementando una política demográfica a escala mundial con un programa global urgente al 2030 hacia una mayor sostenibilidad, energía limpia, la reconstrucción de los océanos, consumos responsables, ocupar menos espacio de ecosistemas y biomas prístinos (ej. Amazonas) y ralentizar el crecimiento de la población, pero con mayor control de natalidad en los países no desarrollados y mayor inmigración en países emergentes y desarrollados, mediante cuotas limites TFR por países, regiones y mundial. Tal vez instalar en el colectivo humano que alguna vez fuimos “Pangea”, nos ayude a frenar la crónica de la muerte anunciada de la sexta extinción masiva antropogénica.

    Si hacemos esto, será un mundo totalmente con antropobiomas incluso en la Antártida o en Siberia, pero habitable, sin las costas de Venecia o Miami, pero sobreviviremos al 2100, mientras desarrollemos capacidades tecno culturales para terrajenar La Luna o Marte.

     Y llevar allí nuestra cultura, tecnología y lamentablemente nuestro principal enemigo: la tozudez humana.-




miércoles, 4 de mayo de 2022

 50 años de "Los limites del Crecimiento"

Los límites del crecimiento (en inglés The Limits to Growth) es un informe encargado al MIT por el Club de Roma  que fue publicado en 1972, poco antes de la primera crisis del petróleo. La autora principal del informe, en el que colaboraron 17 profesionales, fue Donella Meadows, biofísica y científica ambiental, especializada en dinámica de sistemas.

La conclusión del informe de 1972 fue la siguiente: si el actual incremento de la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y la explotación de los recursos naturales se mantiene sin variación, alcanzará los límites absolutos de crecimiento en la Tierra durante los próximos cien años.

 El informe se basa en la simulación informática del programa World3, creado por los autores del informe con el objetivo de recrear el crecimiento de la población, el crecimiento económico y el incremento de la huella ecológica de la población sobre la tierra en los próximos 100 años, según los datos disponibles hasta la fecha. La tesis principal del libro es que, «en un planeta limitado, las dinámicas de crecimiento exponencial (población y producto per cápita) no son sostenibles». Así, el planeta pone límites al crecimiento, como los recursos naturales no renovables, la tierra cultivable finita, y la capacidad del ecosistema para absorber la polución producto del quehacer humano, entre otros. Después de la publicación de Los límites al crecimiento, algunos economistas, científicos y políticos criticaron duramente el análisis debido a su metodología, sus conclusiones, o las personas que llevaron el proyecto.

 Los humanos siempre hemos moldeado aspectos de nuestro entorno, desde el fuego hasta la agricultura, pero nuestra influencia en la Tierra ha alcanzado un nivel tal que ahora define el tiempo geológico actual. Desde la contaminación del aire en la atmósfera superior hasta fragmentos de plástico en el fondo del océano, donde hoy es casi imposible encontrar un lugar en nuestro planeta que la humanidad no haya tocado de alguna manera.

 Utilice el "World3” simulando variables en la interrelación de sistemas tales como la población mundial, el crecimiento industrial, la producción de alimentos y los límites en los ecosistemas de la Tierra, como una moneda con dos caras al ser arrojada, obtuve un escenario optimista y otro pesimista. Me quedo con el escenario optimista, más allá de que el World 3 no tiene entre sus variables, la “tozudez humana”

 Pero de este ejercicio algo me quedo claro; por supuesto, “la Tierra puede sobrevivir y lo haría con o sin nosotros”. Incluso lo haría mejor sin nosotros.

 Sin nosotros, la vida continuaría y las marcas que dejamos en el planeta se desvanecerían antes de lo que creerías. Nuestras ciudades se derrumbarían, los campos crecerían y los puentes se caerían. En poco tiempo, todo lo que quedaría de la humanidad sería una fina capa de plástico, isótopos radiactivos y huesos más de pollo que de homo sapiens (matamos 60.000 millones de pollos por año) en el registro fósil.

 En 2010, el eminente virólogo australiano Frank Fenner dijo que desapareceremos probablemente en el próximo siglo, debido a la sobrepoblación, la destrucción del medio ambiente y al cambio climático. Y algunos científicos creen que ya hemos pasado puntos de inflexión cruciales, particularmente en las regiones polares, que acelerarán el cambio climático incluso si no volviéramos a emitir otra molécula de CO2. Más allá de que en la Cop26 EEUU patea la pelota al 2050, China al 2060 e India 2070, todos desconociendo que La Tierra no es una herencia de nuestros padres sino un préstamo de nuestros hijos.

 El programa informático World3, en diversas simulaciones da como resultado una extralimitación en el uso de los recursos naturales y su progresivo agotamiento, seguido de un colapso en la producción agrícola e industrial y posteriormente de un decrecimiento brusco de la población humana. Es por eso por lo que los autores exponen como una posible solución a este colapso el «crecimiento cero» o «estado estacionario», deteniendo el crecimiento exponencial de la economía y la población, de modo que los recursos naturales que quedan no sean mermados por el crecimiento económico para que de esa forma puedan perdurar más en el tiempo.

 Es posible modificar las tasas de desarrollo y alcanzar una condición de estabilidad ecológica, sostenible, incluso a largo plazo. El estado de equilibrio global debería ser diseñado de manera que las necesidades de cada persona sobre la tierra sean satisfechas, y que cada uno tenga iguales posibilidades de realizar su propio potencial humano. El texto se convertiría en toda una referencia a finales de ese mismo año cuando tomó forma la Declaración de Estocolmo, un acuerdo que nacía tras la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano, celebrada en Estocolmo en junio de 1972. Y hoy a 50 años con el Cambio Climático "las advertencias que recibimos en 1972... se están convirtiendo cada vez en más preocupantes y con menor margen de maniobra" 

 Los Homo Sapiens Tozudens, estamos a tiempo de frenar la crisis ambiental global, con la ONU y la OMS trabajando en forma conjunta implementando una política demográfica a escala mundial con un programa global urgente al 2030 hacia una mayor sostenibilidad, energía limpia, la reconstrucción de los océanos, consumos responsables, ocupar menos espacio de ecosistemas y biomas prístinos (ej. Amazonas) y ralentizar el crecimiento de la población, pero con mayor control de natalidad en los países no desarrollados y mayor inmigración en países emergentes y desarrollados, mediante cuotas limites TFR por países, regiones y mundial. Tal vez instalar en el colectivo humano que alguna vez fuimos “Pangea”, nos ayude a frenar la crónica de la muerte anunciada de la sexta extinción masiva antropogénica.

 Si hacemos esto, será un mundo totalmente con antropobiomas incluso en la Antártida o en Siberia, pero habitable, sin las costas de Venecia o Miami, pero sobreviviremos al 2100, mientras desarrollemos capacidades tecno culturales para terraformar La Luna o Marte. Y llevar allí nuestra cultura, tecnología y lamentablemente nuestro principal enemigo: la tozudez humana.



 Lic. Mascheroni Fabian
Mat. ICIE N° 2-5312-0
@famascheroni




 La Sosteniblabla¡¡¡



 Según el sitio web de la ONG El Club de los Diez mil millones (https://www.overpopulationawareness.org/es/) a la fecha y hora de redacción de estas líneas, en nuestro planeta superamos los 7.819.770.462 habitantes, donde todas las proyecciones demográficas, sitúan al año 2050, superando el Hito de los 10 mil millones de habitantes. Sumado a ello la dificultad actual de los países participantes de la COP 26 en llegar a un acuerdo para rápidamente lograr cumplir al 2030 la meta de no superación en 1,5C de incremento de la temperatura a nivel planetario, hacen que el termino sosteniblabla tenga más vigencia que nunca.




 En este artículo de Robert Engelmand del World Watch Institute ( https://www.fuhem.es/wp-content/uploads/2019/08/Mas_alla_de_la_sosteniblabla_R.Engelman_Sit.Mundo-2013.pdf)  del año 2013 y allí ya se planteaba el estado de emergencia existente, donde que hay lugares del planeta que producto de la crisis climática, son hostiles, donde las guerras por alimentos, y/o  agua están presentes en África y Siria, como también los efectos del aumento del nivel mar que hacen que islas del Pacifico  pierdan parte de sus costas. 

   Y está claro que el termino de sostenibilidad está instalado en nuestra sociedad, pero tal vez no con la profundidad suficiente, porque es habitual confundirlo con empleo verde, desarrollo  verde. Llevamos mucho tiempo hablando de sostenibilidad e innovación, y hay que reconocer que nos encontramos con mucha sosteniblabla e innovatitis. 

    La pandemia que estamos atravesando, extensión de la crisis climática, nos ha enseñado que no podemos seguir haciendo lo mismo que hace 30 años y esperar que nuestro ecosistema siga intacto. 

    Ha sido como un choque y punto de inflexión. Ahora ya no se trata de hablar sino de actuar y de ser parte de la solución individual de la crisis climática mundial actual.

 Lic. Mascheroni Fabian
Mat. ICIE N° 2-5312-0
@famascheroni

  #ElPapaVerde:  Franciscus, es quien participa de la COP28 activamente pidiendo a los líderes del mundo frenar el cambio climático,  es qui...