viernes, 15 de diciembre de 2023

 

COP28. Un balance de vaso medio lleno

 En la última edición de la conferencia anual de la ONU sobre el clima, en Dubái, los países (196)  aprobaron el 13 de diciembre de 2023 una hoja de ruta para la “transición hacia el abandono de los combustibles fósiles”. Estaba previsto que la COP28 concluyera el martes 12, pero las intensas negociaciones nocturnas sobre si el resultado incluiría un llamamiento a "reducir progresivamente" o "eliminar gradualmente" los combustibles fósiles que calientan el planeta -como el petróleo, el gas y el carbón-, obligaron a la conferencia a realizar horas extraordinarias.

 Por primera vez la COP28 se ha enfocado por fin en los verdaderos culpables de la crisis climática: los combustibles fósiles. Se ha fijado un rumbo largamente esperado para alejarse del carbón, el petróleo y el gas", pero la resolución está viciada por lagunas jurídicas que ofrecen a la industria de los combustibles fósiles numerosas vías de escape, apoyándose en tecnologías no probadas.

 El acuerdo, aprobado por consenso en el plenario, llama a los Estados a iniciar una transición para alejarse de los combustibles fósiles, “de manera ordenada y equitativa, acelerando la acción en esta década crítica, con el fin de alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050, de acuerdo con la ciencia”. Donde los pasos a seguir, ahora que se alcanzó el acuerdo, implican que los países deben actualizar sus planes nacionales de reducción de emisiones para 2030, por lo que se verán presionados para alinear sus planes con el nuevo acuerdo.

Análisis del documento de la #COP 28

 El documento final que recoge las conclusiones de la COP28 tiene 21 páginas y consta de 196 epígrafes, pero apenas tres líneas, incluidas en el apartado d) del epígrafe 28, son las que permiten argumentar a la mayor parte de los analistas que la Conferencia de las Partes firmantes del Acuerdo Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, celebrada en Dubái entre el 30 de noviembre y el 12 de diciembre, ha sido un éxito.

 El epígrafe 28 habla de la "necesidad de profundas, rápidas y sostenidas reducciones de las emisiones de gases de efecto invernadero que permitan mantener el calentamiento global en 1,5 °C", y llama a las partes firmantes a contribuir con las siguientes medidas, aplicadas con criterios nacionales, considerando el Acuerdo de París y las circunstancias, modelos y enfoques de cada país. Se citan a continuación ocho medidas, entre las que destaca, en su apartado d), la que figura en todos los titulares de prensa: “Transitar hacia sistemas energéticos sin combustibles fósiles de manera justa, ordenada y equitativa, acelerando la transición en esta década crítica y alcanzando emisiones netas cero en 2050 de acuerdo con la ciencia”.

 Entre las medidas que acompañan a la reducción de los combustibles fósiles, pueden citarse el multiplicar por tres la capacidad de generación eléctrica renovable, la duplicación de la tasa de crecimiento de la eficiencia energética, la reducción de la generación eléctrica a partir de carbón que carezca de captura de emisiones, la utilización de combustibles de bajas o nulas emisiones de carbono, acelerar tecnologías de nulas o bajas emisiones de carbono tales como las renovables, nuclear, captura y secuestro o reutilización del CO₂ y el hidrógeno de nulas o bajas emisiones, reducir las emisiones de metano, reducir las emisiones del transporte por carretera a través de diferentes procesos como la construcción de infraestructuras y el desarrollo de vehículos de cero o bajas emisiones y reducir los subsidios a los combustibles fósiles siempre que dichos subsidios no tengan por objeto la reducción de la pobreza energética o una transición energética justa.

 Pero a la vez pone en pie de igualdad la captura de carbono y la energía nuclear con las renovables, la mención a combustibles bajos en carbono o al hidrógeno de bajas emisiones o la referencia a la construcción de infraestructuras como vía para reducir las emisiones en el transporte por carretera. 

 Donde la mención a los combustibles bajos en carbono, da respiro a los fabricantes de vehículos equipados con motores de combustión interna, más baratos que los eléctricos y la captura de carbono puede permitir mantener el funcionamiento de centrales eléctricas de carbón que hoy generan el 35% de la electricidad mundial, aunque esta tecnología no esta probada. 


 La otra gran cuestión es la financiación necesaria para que los países en vías de desarrollo aborden sus respectivas transiciones energéticas. El acuerdo señala que las economías emergentes necesitan invertir 4,3 billones de dólares anuales en energías limpias. A estas inversiones habría que añadir otro billón anual dedicado a inversiones complementarias y adaptación de sus economías a los cambios derivados del calentamiento global. 

 El acuerdo de París preveía que los países desarrollados iban a contribuir con 100.000 millones anuales a cubrir estas necesidades. La realidad es que esa cifra nunca se ha alcanzado y, lo que es peor, es una cifra ridícula cuando se compara con las necesidades que el acuerdo final de la COP 28 enumera.  Es un tema pendiente de resolver, porque a fin de cuentas las economías menos desarrolladas no son responsables del CO₂ acumulado en la atmósfera, su escasa dotación de infraestructuras supone una mayor vulnerabilidad ante los fenómenos atmosféricos extremos cada vez más habituales y carecen de recursos para acometer los procesos de reducción de emisiones. Aunque sus emisiones sean escasas, alcanzar el cero en términos netos requiere de su concurso. 

El tema financiero, como en tantas COP pasadas y lamentablemente futuras, forma parte de los fracasos parciales de la cumbre de Dubái.

Estos son algunos de los otros puntos destacados de la COP28 y el panorama de lo que ocurrirá después:

-El Fondo para Pérdidas y Daños destinado a ayudar a los países en desarrollo vulnerables al cambio climático cobró vida el primer día de la COP. Los países han prometido hasta ahora cientos de millones de dólares en aportaciones

-Compromisos por valor de 3500 millones de dólares para reponer los recursos del Fondo Verde para el Clima

-Nuevos anuncios por un total de más de 150 millones de dólares para el Fondo para los Países Menos Adelantados y el Fondo Especial para el Cambio Climático 

-Un aumento de 9000 millones de dólares anuales por parte del Banco Mundial para financiar proyectos relacionados con el clima (2024 y 2025)

-Casi 120 países respaldaron la Declaración de la COP28 sobre el Clima y la Salud para acelerar las acciones destinadas a proteger la salud de las personas de los crecientes impactos climáticos

-Más de 130 países se han adherido a la Declaración de la COP28 sobre Agricultura, Alimentación y Clima para apoyar la seguridad alimentaria al tiempo que se combate el cambio climático

-66 países se han adherido al compromiso mundial de reducir las emisiones relacionadas con la refrigeración en un 68% a partir de hoy

¿Qué sigue?

 La próxima ronda de planes nacionales de acción por el clima, o Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional, está prevista para 2025, cuando se espera que los países hayan impulsado seriamente sus acciones y compromisos. Que compromiso tendrá Argentina? es imposible predecirlo

 Se anunció a Azerbaiyán como anfitrión oficial de la COP29, del 11 al 22 de noviembre del año que viene, tras recibir el respaldo de los países de Europa del Este después de que Armenia retirara su propia candidatura

 Brasil se ha ofrecido a acoger la COP30 en el Amazonas en 2025 



La Acción Climática continua¡¡¡¡


Lic. Mascheroni Fabian
@famascheroni

viernes, 27 de octubre de 2023

 

Los límites planetarios - Tres de los Nueve límites (cambio climático, diversidad biológica y entradas de nitrógeno y fósforo en la biosfera y océanos) podrían haberse superado ya en 2023, según el Centro de Resiliencia de la Universidad de Estocolmo, Suecia.


Según Attemborough (2023), “el problema no es solo la crisis climática y que está claro que el calentamiento global provocado por el hombre es solo una de las varias crisis en juego” y afirma que las soluciones están “a nuestro alcance” y hay una serie de “pasos que podemos tomar y objetivos que debemos lograr para evitar la crisis que se avecina”. Entre los remedios, cita una mayor sostenibilidad, energía limpia, la reconstrucción de los océanos, ocupar menos espacio y ralentizar el crecimiento de la población.

Un equipo de estimados científicos dirigido por Johan Rockstrom y Will Steffen ha identificado nueve umbrales críticos integrados en el medio ambiente de la Tierra: cambio climático, uso de fertilizantes, conversión de tierras, pérdida de biodiversidad, contaminación del aire, agotamiento de la capa de ozono, acidificación de los océanos, contaminación química y extracciones de agua dulce”. Estos nueve procesos, que consideran claves en los sistemas terrestres, intentan establecer un “espacio operativo seguro para la humanidad”. Estos límites planetarios son valores máximos que la humanidad no debe transgredir para evitar cambios ambientales globales catastróficos.

Fenómenos como el cambio climático, el adelgazamiento de la capa de ozono, la acidificación de los océanos y la acelerada pérdida de los ecosistemas y su biodiversidad han llevado a algunos científicos a cuestionarse si los cambios observados podrían desestabilizar al sistema planetario y ocasionar consecuencias adversas para la humanidad. Con este enfoque surgió el concepto de los “límites planetarios”, que ha resultado muy útil para estimular la discusión entre los científicos sobre el funcionamiento y la resiliencia del sistema planetario.

Un límite planetario delimita un ámbito de actividad seguro para los seres humanos respecto de la resiliencia de la biosfera; en otras palabras, establece la capacidad de la biosfera para recuperarse de las perturbaciones (ocasionados principalmente por las actividades humanas) y regresar a un estado estable (Rockstrom, 2009). Hasta la fecha se han identificado nueve procesos clave que mantienen la integridad del sistema planetario (Figura a). Con base en el conocimiento disponible y la incertidumbre asociada al funcionamiento de estos procesos, se han sugerido los niveles actuales de las variables de control del sistema, así como los umbrales de operatividad segura y los umbrales de incertidumbre máxima o puntos de bifurcación.





De acuerdo con Steffen y colaboradores (2015), actualmente los ciclos biogeoquímicos del fosforo y el nitrógeno y la integridad de la biosfera (por su componente relacionado con la pérdida de diversidad genética) se encuentran en una zona de alto riesgo en la que podrían interferir con el sistema planetario. En la zona de riesgo medio se sugiere que se encuentran el cambio climático y el cambio de uso del suelo de bosques boreales, templados y tropicales. Por su parte, se encontrarían en una zona de operatividad segura la extracción de agua dulce (aunque con gran heterogeneidad regional), el agotamiento de la capa de ozono y casi en el límite la acidificación oceánica. Aún no se han podido delimitar los umbrales para la contaminación atmosférica por aerosoles, la introducción de sustancias químicas y organismos sintéticos, y la diversidad funcional de especies (Steffen et al., 2015).

Algunos de los límites planetarios tienen expresiones regionales muy marcadas que sesgan su valor de operatividad. Por ejemplo, en cuanto a extracción de agua que excede la capacidad de sus cuencas, sobresalen la India, la porción noreste de China, Oriente Próximo, la Europa mediterránea, la costa oeste de Estados Unidos y el Valle de México. Recientemente, Steffen y colaboradores (2015) han sugerido la existencia de dos sistemas que tienen, por sí mismos, la capacidad de mover al sistema planetario a un nuevo estado. Estos sistemas son la integridad de la biosfera (genes y especies) y el cambio climático, pues regulan la magnitud y el flujo de energía y materiales de toda la biosfera y su respuesta ante cambios abruptos. Actualmente, ambos sistemas se encuentran fuera de los umbrales de operatividad segura.

Referencias bibliograficas:

Donohue, I. Navigating the complexity of ecological stability. Ecology Letters. 19: 1172–1185. 2016.
Rockstrom, J. et al. A safe operating space for humanity. Nature 461(24). 2009.
Rockstrom, J. Bounding the Planet Future: Why we need a Great Transition. Great Transition Initiative Essay. 2005.
Steffen, W. et al. Planetary boundaries: Guiding human development on a changing planet. Science 347(6223). 2015.


lunes, 5 de junio de 2023

 Día Mundial del Medio Ambiente - 5 junio


#SinContaminaciónPorPlásticos

Cada año se producen a nivel mundial más de 400 millones de toneladas de plástico y se cree que la mitad de este material se concibe para una vida útil de un solo uso. Pero menos del 10% se recicla.

Se estima que entre 19 y 23 millones de toneladas de desechos plásticos terminan cada año en lagos, ríos y mares. Eso equivale al peso de alrededor de 2200 Torre Eiffeles juntas. Asimismo, los microplásticos (partículas plásticas cuyo diámetro es inferior a 5 mm) invaden los alimentos, el agua e incluso el aire.

Se estima que las personas ingieren más de 50.000 partículas de plástico cada año, e incluso muchas más si se tienen en cuenta las partículas inhaladas. Los productos plásticos de un solo uso que resultan desechados o quemados no solamente perjudican a la salud humana y la biodiversidad, sino que igualmente contaminan todo tipo de ecosistemas, desde los picos de montaña hasta el lecho marino.

Es posible hacer frente al problema de la contaminación por plásticos si se aprovechan los avances científicos y las soluciones existentes. Donde para resolver esta crisis, es necesario que los gobiernos, el sector privado y demás partes interesadas amplifiquen e implementen medidas eficaces dirigidas. Por tal motivo, resulta primordial que el Día Mundial del Medio Ambiente movilice medidas ambientales transformadoras en todos los rincones del mundo.





Medio siglo celebrando el Día Mundial del Medio Ambiente

Dirigido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y celebrado cada 5 de junio desde 1973, el Día Mundial del Medio Ambiente es la plataforma mundial más grande para la divulgación ambiental y lo celebran millones de personas en todo el mundo.

Cada año lo auspicia un país diferente, y en este 2023 el anfitrión y organizador es CÔte D'Ivoire.

Este año marca el 50 aniversario de este día mundial establecido por primera vez por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1972. En los últimos 50 años, su celebración ha llegado a convertirse en una de las plataformas mundiales con mayor alcance en favor de las causas ambientales. Decenas de millones de personas se han sumado a participar de manera virtual y presencial en actividades, eventos y todo tipo de iniciativas alrededor del mundo.

 Por qué necesitamos participar todos

El tiempo se acaba y la naturaleza se encuentra en situación de emergencia. Para mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C este siglo, debemos reducir a la mitad las emisiones anuales de gases de efecto invernadero para 2030. Si no actuamos ya, la exposición a aire contaminado aumentará en un 50% en esta década, mientras que los desechos plásticos que fluyen hacia los ecosistemas acuáticos podrían triplicarse para 2040. Pero estas no serán las únicas consecuencias. Le seguirán muchas más. 

Necesitamos una acción urgente para abordar estos problemas apremiantes, haciendo que "Una sola Tierra" y su enfoque sobre una vida sostenible en armonía con la naturaleza sean tan pertinentes como siempre.

Participa en:

 https://www.worldenvironmentday.global/es


Lic. Mascheroni Fabian

Mat. ICIE N° 2-5312-0 

 @famascheroni


  #ElPapaVerde:  Franciscus, es quien participa de la COP28 activamente pidiendo a los líderes del mundo frenar el cambio climático,  es qui...